Cuna de lobos Producida por Televisa en 1986 y protagonizada por María Rubio y Diana Bracho, esta telenovela oscura y sofisticada rompió moldes al presentar a una villana carismática y compleja: Catalina Creel, la mujer de anteojos negros que manipula, asesina y destruye sin remordimientos. Inspirada en novelas de suspenso y cine noir, "Cuna de lobos" elevó el nivel narrativo de las telenovelas con giros argumentales, tensión psicológica y una crítica velada a la corrupción de la élite mexicana. Su frase “¡Qué bonito es el poder!” se volvió icónica. A diferencia de las historias románticas tradicionales, aquí el amor era secundario frente a la ambición y la maldad. Fue un éxito masivo en toda Hispanoamérica y EE.UU., y su legado perdura: Catalina Creel es considerada la villana más memorable de la televisión en español. La serie también abrió puertas a tramas más adultas y complejas dentro del género. Su remake en 2019 confirma su estatus de clásico atemporal, cuya influencia se siente en producciones actuales que buscan profundidad moral y psicológica.
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