Grecia Grecia combina historia milenaria, islas paradisíacas y precios sorprendentemente bajos para Europa. Aunque Atenas y Santorini pueden ser costosas, hay muchas alternativas económicas: islas como Naxos, Milos o Creta ofrecen playas vírgenes, comida local deliciosa y alojamientos desde 10-15 euros. Los ferrys interinsulares tienen tarifas reducidas para jóvenes, y los hostales suelen incluir cocina compartida para ahorrar. Los griegos son apasionados, hospitalarios y orgullosos de su cultura; no es raro que te inviten a un café o te den consejos detallados. El transporte terrestre es barato, y caminar por ruinas antiguas cuesta menos que una entrada de cine en otras partes. Aunque el verano puede estar lleno, en primavera u otoño el país es tranquilo y auténtico. Grecia demuestra que Europa no tiene que ser cara: con planificación, es posible vivir como un dios olímpico con presupuesto de mortal.
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