Delfín nariz de botella (Tursiops aduncus) En Shark Bay, Australia, ciertas hembras de delfín nariz de botella practican un comportamiento único llamado “sponging”: colocan una esponja marina en el rostro para protegerse al hurgar en el fondo arenoso en busca de peces escondidos. Esta técnica, transmitida principalmente de madre a cría (especialmente hijas), es un claro ejemplo de cultura no humana. Solo el 5% de la población la usa, y quienes lo hacen tienden a socializar entre sí, formando un subgrupo cultural. El “sponging” requiere coordinación motriz fina, selección de esponjas adecuadas y persistencia, ya que no todos los intentos dan alimento. Además, estos delfines pasan más tiempo forrajeando solos, lo que sugiere un nicho ecológico especializado. Aunque otros delfines usan conchas o barro en juegos o caza, el uso consistente y funcional de una herramienta como la esponja es excepcional en cetáceos. Este comportamiento demuestra que incluso en el medio acuático, donde manipular objetos es difícil, la innovación tecnológica puede florecer bajo presión selectiva y aprendizaje social.
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