Roma (México, 2018) Dirigida por Alfonso Cuarón, esta cinta en blanco y negro recaudó más de 12 millones de dólares en salas limitadas antes de su estreno en Netflix, una cifra notable para una película de arte. Ambientada en la Ciudad de México de los años 70, sigue la vida de Cleo, una trabajadora doméstica indígena, inspirada en la niñera de Cuarón. Aunque su distribución fue atípica (mayormente streaming), su impacto cultural y económico fue inmenso: ganó tres Óscares, incluyendo Mejor Director, y puso a México en el centro del debate cinematográfico global. Filmada en náhuatl y español, con actores no profesionales, “Roma” es una obra visualmente deslumbrante y emocionalmente íntima. Su éxito demostró que una historia profundamente local —sobre clase, raza y maternidad— podía resonar universalmente. Además, impulsó inversiones en cine mexicano de autor y visibilizó las historias de las trabajadoras del hogar. Aunque su recaudación en taquilla no refleja todo su alcance (millones la vieron en Netflix), su influencia en la industria y su prestigio la convierten en una de las producciones latinoamericanas más importantes y rentables en términos de impacto cultural y oportunidades generadas.
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