Elefante africano (Loxodonta africana) Los elefantes africanos poseen el cerebro más grande del reino animal y una inteligencia emocional y social extraordinaria. Reconocen su reflejo en espejos, indicando autoconciencia, y muestran comportamientos que sugieren duelo: visitan huesos de parientes fallecidos y acarician restos con sus trompas. Viven en matriarcados complejos donde las hembras mayores guían al grupo usando décadas de conocimiento sobre fuentes de agua y rutas migratorias. Comunican mediante infrasonidos inaudibles para humanos, capaces de viajar kilómetros. Resuelven problemas cooperativos, como tirar cuerdas simultáneamente para obtener comida, y usan ramas para espantar moscas o tapar fuentes de agua. También demuestran empatía: consuelan a compañeros angustiados tocándolos suavemente. Su memoria es legendaria, pero va más allá del recuerdo: integran experiencias pasadas para tomar decisiones futuras. Esta combinación de memoria, emoción, cooperación y autoconciencia los convierte en uno de los seres más inteligentes y sensibles del planeta.
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